Por: Juan David Cárdenas
Edward Melo
Ha visto el logo de Coca – Cola sin que le de sed?. Muchas veces cuando vamos por la calle sucede que vemos el logo de Coca – Cola o simplemente pensamos en ella, deseamos tener una en las manos, para poder saciar la necesidad que tal imagen provoca.
Esto mismo sucede con varios elementos publicitarios del mismo tipo, tanto así que siempre nos hace adquirir tal producto. Es una constante que sucede en nuestra vida cotidiana, los medios influyen permanentemente en nuestra toma de decisiones.
Varios anuncios publicitarios son tan reconocidos que están introducidos en nuestra mente subconsciente, nos han influenciado hasta el punto que no actuamos con nuestra propia autoridad, no vemos si lo que consumimos nos favorece o nos hace daño. Casi si miramos la estética del producto, su apariencia como primer punto, y luego seguramente juzgaremos su contenido , si es malo o bueno, ya que no sabemos como es su proceso de elaboración, si nos pusiéramos en la tara de averiguar e investigar el proceso de elaboración y comercialización de algún producto cualquiera, en algunos casos dejaríamos de lado el producto y buscaríamos otro que pudiera cumplir con nuestras expectativas, pero de todos modos no dejaríamos de buscar la sensación que nos produce, el impacto visual del producto.
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